Es normal que el bebé regurgite un poco de leche. En ocasiones puede preocupar por su frecuencia y cantidad. Cuando el reflujo sólo se manifiesta con regurgitación, no conlleva consecuencias para la salud ni para el crecimiento y el desarrollo del bebé. Si en cambio, el bebe regurgita con tos y llanto, y pierde peso, es necesario consultar al médico.
Normalmente el reflujo suele disminuir a medida que el aparato digestivo del bebé madura, haciendo que luego de los diez meses de edad sólo uno de cada veinte niños continúe con esta situación.
Es importante diferenciar la regurgitación de los auténticos vómitos: los vómitos requieren arcadas enérgicas y los eructos húmedos no exigen esfuerzo o fuerza.
Causas del reflujo gastroesofágico
El esfínter esofágico inferior (o EEI) es un músculo que actúa como una válvula para evitar que los alimentos que están en el estómago asciendan por el esófago. Los bebés nacen con un EEI débil, por lo que les cuesta más no devolver los alimentos que a un niño de más edad o a un adulto. Durante el primer año de vida del bebé, esta válvula se irá convirtiendo en un mecanismo más fuerte a medida que evoluciona, reduciendo así el reflujo.
¿Qué hacer si el bebé tiene reflujo?
Los bebés con reflujo pueden regurgitar la leche tras tomar el pecho y sufrir pequeñas molestias del esófago que pueden producir algo de tos. Siempre que el bebé esté bien y sano, el reflujo rara vez supone problemas. Se recomienda alimentar al bebé semi sentado mientras le das el pecho, y no recostarlo inmediatamente después de las tomas. Además, se aconsejan tomas más ligeras, pero más frecuentes, para evitar que el bebe se llene mucho y tienda a regurgitar el excedente. Un consejo más, no moverlo mucho luego de alimentarlo.
¿Cuándo consultar al médico?
Te aconsejamos hablar con tu pediatra si:
- Tiene reflujo de forma regular y, especialmente, si es más de cinco veces al día.
- El bebé llora excesivamente tras tomar el pecho.
- Si rechaza el alimento.
- Vomita regularmente.
- Tose de forma regular.
- Se comporta de manera distinta a la habitual y no parece crecer con fuerza.
María Laura Paulero
Lic. en Nutrición MN 4.878
Nutricia -Bagó