Familia

Cómo cuidar la higiene de los alimentos y prevenir intoxicaciones

Una alimentación saludable no requiere solamente la incorporación de alimentos variados y de forma equilibrada, sino también de que los mismos sean saludables y seguros. Durante el verano, hay que poner especial cuidado en la conservación y preservación de los alimentos. La Dra. Florencia Nemirosvksy, asesora de Nutribaby, nos aporta información para evitar intoxicaciones durante esta etapa.

Un alimento saludable es aquel que aporta los nutrientes que necesitamos.Un alimento seguro o inocuo es aquel que no está contaminado por bacterias, virus, parásitos, sustancias tóxicas o agentes físicos externos.

  • En verano es importante preservar más que nunca la higiene y conservación de los alimentos.
  • Alimentar a tu bebé exclusivamente con leche materna.
  • Durante los primeros 6 meses es la mejor manera de prevenir la diarrea en los recién nacidos.

 ¿Cómo conservar alimentos?

 Al hablar de conservación de los alimentos se trata de:

  • retrasar la actividad microbiana;
  • retrasar la autodescomposición;
  • prevenir las alteraciones ocasionadas por insectos o roedores.

Conservar los alimentos consiste en bloquear la acción de los agentes (microorganismos o enzimas) que pueden alterar sus características originarias (aspecto, olor y sabor). Estos agentes pueden ser ajenos a los alimentos (microorganismos del entorno como bacterias, mohos y levaduras) o estar en su interior pero ser susceptibles a la descomposición.

Según su facilidad de descomposición, los alimentos se clasifican así.

  • Estables o no perecederos: no se alteran a menos que se manipulen descuidadamente (azúcar, harina, legumbres secas).
  • Perecederos: alimentos que se deterioran fácilmente a menos que se usen métodos especiales de conservación (leche, carne, pescados, frutas y huevo).
  • En la descomposición o deterioro de los alimentos influyen distintos factores causales.
  • Agentes biológicos: microorganismos como las bacterias y sus toxinas, virus, parásitos, insectos, plantas y animales venenosos.
  • Agentes químicos: plaguicidas, detergentes, metales como mercurio o plomo, medicamentos, colorantes y aditivos no autorizados.
  • Agentes físicos: el polvo, la humedad o la temperatura excesivas, en algunos casos la luz.

¿Cómo almacenar los alimentos?

La forma en que almacenamos los alimentos afecta tanto su calidad como su seguridad. El almacenamiento inapropiado de los alimentos puede llevar a que se echen a perder y posiblemente ocasionen enfermedades. 

Los alimentos no perecederos

  • Almacenar en lugares secos.
  • Mantener la temperatura ambiente del lugar de almacenamiento.
  • Conservar el lugar limpio y seco.
  • Almacenar todos los alimentos a una altura aproximada de 15 cm respecto del piso.
  • Colocar los alimentos que retiramos del envase original, como el arroz o la harina, en recipientes herméticos.
  • Guardar siempre los productos químicos en un lugar diferente al de los alimentos y los productos relacionados con los alimentos.

Los alimentos perecederos

Almacenar en frío, refrigeración o congelación según el caso.

  • La heladera debe estar a una temperatura que mantenga los alimentos a 5 °C o menos.
  • Para almacenar alimentos en el freezer la temperatura debe ser menor de 0 °C.
  • No abarrotar la heladera. Permitir que el aire fresco circule libremente para enfriar los alimentos tan rápido como sea posible.
  • Limpiar la heladera frecuentemente y cuando sea necesario.
  • Almacenar los alimentos congelados en recipientes o materiales antihumedad aptos para congelar.
  • En todos los casos tenemos que consumir primero aquellos alimentos que llevan más tiempo almacenados.

El almacenamiento adecuado de los alimentos nos da tranquilidad acerca de su inocuidad. Si existen dudas respecto de la seguridad de un alimento, debemos desecharlo. Si hay duda, a la basura.

La importancia de la higiene en la alimentación

La higiene alimentaria comprende todas las medidas necesarias para garantizar la inocuidad sanitaria de los alimentos, manteniendo a la vez las cualidades que les son propias, con especial atención al contenido nutricional.

La higiene de los alimentos abarca un amplio campo que incluye desde el proceso de producción hasta que los compramos, los almacenamos, los preparamos y los consumimos.

Higiene en la preparación de alimentos

Para consumir alimentos inocuos, la higiene es el factor determinante: incluye la higiene personal, de la cocina, de los utensilios, de los lugares de almacenaje.

Los alimentos crudos, especialmente carnes, pollos, pescados y sus jugos, pueden estar contaminados con bacterias peligrosas que son capaces de transferirse a otros alimentos, tales como comidas cocinadas o listas para consumir. Esto puede suceder durante la preparación de los alimentos o mientras se conservan.

Mientras que la mayoría de las bacterias no causan enfermedad, algunas bacterias peligrosas están ampliamente distribuidas en el suelo, el agua, los animales y las personas. Estas bacterias son transportadas en las manos, la ropa y los utensilios y en contacto con los alimentos se transfieren a éstos.

Medidas de higiene básicas

  • Separar siempre los alimentos crudos de los cocidos y de los listos para consumir.
  • Usar equipos y utensilios diferentes –cuchillas o tablas de cortar– para manipular carnes y otros alimentos crudos.
  • Conservar los alimentos en recipientes separados para evitar el contacto entre crudos y cocidos.
  • Lavarse las manos antes de preparar alimentos y comer.
  • Lavarse las manos después de ir al baño; manipular alimentos crudos (carne, pescado, pollo y huevos); tocar mascotas; sonarse la nariz; estornudar o toser; tocar o sacar la basura; utilizar productos de limpieza; cambiar pañales.
  • Lavar y desinfectar todas las superficies, utensilios y equipos usados en la preparación de alimentos y en cada paso.
  • Proteger los alimentos y las áreas de la cocina de insectos, mascotas y de otros animales.
  • Usar diferentes trapos o rejillas para las distintas tareas. Por ejemplo, la rejilla que se utiliza para limpiar la cocina debe ser distinta de la que se usa para limpiar el baño.
  • Limpiar y desinfectar los trapos y rejillas periódicamente.

Otros buenos hábitos

  • Evitar preparar alimentos cuando se está enfermo, especialmente con problemas gastrointestinales.
  • No estornudar o toser cerca de los alimentos.
  • Proteger las heridas y quemaduras con gasas, en especial cuando son en manos o brazos.
  • Usar tachos de basura con tapa y siempre colocar una bolsa en su interior. Vaciarlos regularmente, especialmente en verano.
  • Desinfectar los tachos con frecuencia y cerrar bien las bolsas antes de remover la basura.
  • Recordar que la basura de la cocina, por contener desechos de alimentos crudos, cocidos y deteriorados es fuente de contaminación y debe tener un tratamiento adecuado.

Atención: Limpiar es remover el polvo, los restos de alimentos y las grasas de las superficies utilizando agua, detergentes, cepillos, etc. Desinfectar es matar las bacterias y eliminar la suciedad que no se ve, mediante el uso de desinfectantes, como por ejemplo, la lavandina.

Las enfermedades de transmisión alimentaria

Las enfermedades de transmisión alimentaria (ETA) son aquellas enfermedades de carácter infeccioso o tóxico, causadas por agentes que penetran al organismo usando como vehículo un alimento. Las ETA en general se producen por el consumo de alimentos contaminados.

¿Cómo evitar las enfermedades transmitidas por los alimentos?

Al comprar

  • Observar que las carnes sean frescas, de buen aspecto, color y olor.
  • Los pescados deben tener las escamas firmes, ojos brillantes y agallas rojas.
  • Si las latas de conserva están hinchadas, abolladas u oxidadas, hay que descartarlas.
  • Las frutas y verduras deben encontrarse en buen estado.
  • Revisar siempre el rotulado. Leer especialmente la fecha de vencimiento.

Al manipular los alimentos

  • Evitar el contacto entre alimentos crudos y cocidos.
  • Separar la carne cruda (vacuna, pollo o pescado) del resto de los alimentos de la heladera. Guardarla tapada.
  • Utilizar utensilios de distinto tipo para procesar los alimentos crudos y los cocidos.

Al limpiar

  • Mantener la higiene personal: manos limpias, uñas cortas, pelo limpio y recogido.
  • Las superficies y utensilios de cocina deben estar limpios.
  • Mantener el interior de la heladera en condiciones higiénicas.
  • Cambiar o lavar frecuentemente el paño de la cocina.

Al cocinar

  • Asegurarse de que la carne, las aves, los huevos y los guisos estén bien cocidos y sin jugos de color rosado. La cocción adecuada garantiza la eliminación de microorganismos y evita enfermedades.
  • Al recalentar la comida, hay que hervirla al menos tres minutos.
  • Al utilizar horno microondas, es fundamental no dejar zonas frías en la comida.

Al almacenar

  • Verificar siempre la fecha de vencimiento de los productos alimenticios y consumirlos antes de su caducidad.
  • Almacenar la harina, el azúcar y el arroz en lugares limpios, frescos y libres de humedad.
  • Trasladar el contenido de las conservas a un envase de vidrio o de plástico, limpio y seco.
  • En la heladera, colocar los alimentos crudos debajo de los cocidos.
  • Nunca usar envases de remedios o productos químicos para guardar alimentos.
  • Colocar, los detergentes y productos de limpieza separados físicamente de los alimentos, asegurándose que no tomen contacto entre ellos.

Al refrigerar

  • Refrigerar rápidamente los alimentos. Las temperaturas bajas retardan la multiplicación de las bacterias.
  • Seguir las instrucciones de las etiquetas y respetar la fecha de vencimiento.
  • Mantener limpia la heladera sin sobrecargarla.
  • La comida que no se consume hay que taparla y refrigerarla lo antes posible; nunca debe mantenerse a temperatura ambiente o dentro del horno.

Al descongelar

  • Hacerlo bajo chorro de agua, en microondas o en el refrigerador.
  • No volver a congelar los alimentos.
  • Nunca descongelar los alimentos a temperatura ambiente.

Al consumir frutas o verduras

  • Las superficies de las frutas y verduras pueden estar contaminadas por bacterias, virus o parásitos. Por eso es fundamental lavarlas con abundante agua.
  • Eliminar las hojas exteriores y lavar el resto, una por una, con agua potable.
  • Si se usan cáscaras de cítricos, cepillarlas bien previamente.
  • Eliminar las hojas exteriores de vegetales de hoja rugosa, tales como repollo o lechuga.
  • Consumir en lo posible verduras y frutas de estación porque conservan mejor sus propiedades.
  • Es conveniente almacenarlas en un lugar fresco y bien ventilado.

Al consumir carnes y huevos

  • Mantener las carnes y los huevos refrigerados.
  • Consumir las hamburguesas y la carne de cerdo bien cocidas.
  • Elegir los huevos limpios, no cachados, con cáscara sana.
  • Cocinar el pollo por completo y no ingerir zonas crudas.
  • Evitar preparar mayonesa casera.

Al consumir productos lácteos

  • Mantener el yogur, la manteca, el queso fresco, los postres y la leche en la heladera.
  • Conservar refrigerada la leche que se esté consumiendo.
  • Utilizar solo productos lácteos pasteurizados y con autorización sanitaria.
  • Revisar la fecha de vencimiento.

Al consumir pescados y mariscos

  • Consumir pescados y mariscos almacenados en frío. El lugar de expendio debe estar limpio, sin olores ni basuras acumuladas.
  • Recordar que los pescados y mariscos no tienen olor, solo lo adquieren cuando se inicia la descomposición.

Las "reglas de oro" de la OMS para la higiene alimentaria

Para evitar la contaminación de los alimentos, la Organización Mundial de la Salud (OMS),  difundió una serie de sugerencias cuya aplicación cotidiana reduce considerablemente el riesgo de contraer enfermedades de origen alimentario.

1. Cocinar suficientemente los alimentos: La adecuada cocción garantiza la destrucción de los gérmenes.

2. Comer los alimentos inmediatamente después de cocinarlos: Evita la proliferación de microbios.

3. Guardar cuidadosamente los alimentos cocinados: Si no van a ser consumidos enseguida hay que colocarlos en la heladera, el congelador o el freezer. No dejarlos nunca a temperatura ambiente.

4. Calentar suficientemente los alimentos cocidos: La mejor manera de hacerlo es a fuego mínimo durante el tiempo necesario para que el interior quede muy caliente. En el caso de alimentos que se comen fríos es conveniente consumirlos apenas se retiran de la heladera.

5. Evitar el contacto entre los alimentos crudos y los cocidos: Los alimentos cocidos pueden contaminarse por el contacto con alimentos crudos.

6. Asegurar una correcta higiene tanto de la persona encargada de manipular los alimentos como del lugar donde se cocina.

7. Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y animales domésticos.

8. Utilizar agua potable de red o potabilizarla: Con 2 gotas de lavandina por litro de agua, o bien hirviéndola durante 5 minutos.

9. Cubrir y proteger los alimentos: Tanto aquellos que se coloquen en la heladera como los que queden expuestos a temperatura ambiente.

Dra. Florencia Nemirovsky





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