Cómo maleducar a los hijos

La Dirección de la Policía de Seattle, EE. UU. elaboró un informe que fue entregado en los colegios de Washington con el objetivo de concienciar a los padres sobre la educación de sus hijos.

 

 

“Educar no es jugar ni entretener sino adquirir destrezas, acumular conocimientos, despertar inquietudes, aprender formas de convivencia y no sonreírle cuando un hijo comete algo malo en su casa”, así lo expresa la Dirección de la Policía de Seattle, EE. UU.


La entidad elaboró un informe que fue entregado en los colegios de Washington con el objetivo de concienciar a los padres sobre la educación de sus hijos. Está en la naturaleza del ser humano actuar por imitación. Podemos decir entonces que los niños aprenden principalmente a través del ejemplo. Silvia Dibiasi, integrante de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires, compartió con Clarín su opinión al respecto: “Todos los días los padres tenemos que preguntarnos qué le estamos proponiendo a los jóvenes. Nos tenemos que preguntar qué modelo y con qué actividades se identifican nuestros hijos”. Luego agrega, “las familias reflejan y dramatizan lo que se sucede en el contexto y si la familia está desintegrada es porque está desintegrado el contexto social en el que viven”.


El informe presentado por la policía de Seattle, recurre a la ironía presentando un decálogo para guiar a los padres en la formación de “hijos delicuentes”, un recurso original para tratar un tema fundamental como la educación.


El decálogo completo de la Policía de Seattle

 

1. Dale todo lo que desee : así crecerá convencido de que el mundo entero le debe todo.


2. Festejale todas sus groserías y tonterías: así crecerá convencido de que es muy gracioso y no entenderá cuando en el colegio le llamen la atención por los mismos hechos.


3. No le des ninguna formación espiritual: ¡ya la escogerá él cuando sea mayor!

 
4. Nunca le digáis que lo que hace está mal: podría adquirir complejos de culpabilidad y vivir frustrado; primero creerá que le tienen manía y más tarde se convencerá de que la culpa es de la sociedad.


5. Recogé, todo lo que vaya dejando tirado: así crecerá pensando que todo el mundo está a su servicio; su madre la primera.


6. Dejalo ver y leer todo: limpia con detergente, que desinfecta, la vajilla en la que come, pero deja que su espíritu se recree con cualquier porquería. Pronto dejará de tener criterio recto.


7. Discutan delante de él: así se irá acostumbrando, y cuando la familia esté ya destrozada lo encontrará de lo más normal, no se dará ni cuenta.


8. Dale todo el dinero que quiera: así crecerá pensando que para disponer de dinero no hace falta trabajar.


9. Que todos sus deseos estén satisfechos al instante: comer, beber, divertirse,... ¡de otro modo podría acabar siendo un frustrado!


10. Dale siempre la razón: porque son los profesores, la gente, las leyes... quiénes siempre se la agarran con él.

 

Fuente: Clarín.com, 27/04/2007

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