Bebé
1 a 3 meses

Lactancia materna:

Alimentación y lactancia

Alimentación y lactancia

El período de la lactancia requiere de una adecuada alimentación de la mamá para cubrir tanto sus necesidades como las de la producción de la leche que alimentará a su bebé, por lo que debe realizar una mayor ingesta de nutrientes. Cuáles son los alimentos que favorecen la producción de leche materna. Recomendaciones de FUNDALAM.

Alimentación y lactancia

Al igual que en el embarazo, el período de lactancia también requiere de una alimentación adecuada por parte de la mamá. Es más, el tipo de alimentación es muy parecido al de la gestación, aunque con algunas diferencias: se debe aumentar la cantidad de nutrientes para poder cubrir tanto los requerimientos de la madre como los necesarios para la producción de la leche.

Cabría preguntarse qué pasa si la mamá no se alimenta bien. Y la respuesta es sencilla.  Seguirá produciendo leche de buena calidad -la cantidad está más relacionada con la frecuencia en que pone su bebé al pecho- pero ella puede sufrir carencias de nutrición.

Antes de enumerar qué cosas conviene comer y qué cosas no son del todo recomendables, es importante señalar que la etapa de lactancia no es un buen momento para hacer una dieta baja en calorías. La mamá puede cuidarse, pero debe comer bien y sanamente. Además, cuenta con una ventaja: debido al requerimiento calórico específico de amamantar, a la mayoría de las mujeres les resulta más fácil bajar de peso. No es que dar de mamar queme calorías, sino que las calorías que la madre ingiere van a la producción de leche. 

Ahora bien, ¿cómo debe alimentarse una mamá que amamanta a su bebé?

En líneas generales, se calcula que una mujer produce, por día, unos 750 centímetros cúbicos de leche. Por esta razón, una de las primeras cosas que va a necesitar es tomar mucha agua y jugos naturales de fruta. Esto le resultará fácil porque, al poner a su bebé en el pecho, es muy probable que sienta, casi de inmediato, una sed intensa. Tener a mano un termo con agua fresca en todo momento y dejarlo en la mesa de luz a la noche para poder tomar cuando el bebé se alimenta, resulta un consejo práctico.

A pesar de ser líquidos, no se recomiendan las bebidas alcohólicas y es mejor restringir las infusiones como el café, el té y el mate, así como no es recomendable abusar de los edulcorantes artificiales. El cigarrillo, en cambio, es absolutamente nocivo, ya que la nicotina pasa a la leche. 

Asimismo,  existen algunos alimentos que pueden cambiar el sabor de la leche porque sus principios activos pasan a través de la mucosa digestiva sin descomponerse y penetran en la composición de la leche. ¿Cuáles son?: Ajo, cebolla, coliflor, alcauciles, pimientos, espárrago, repollo y los condimentos fuertes. Esto no implica que haya que suprimirlos del todo, sino que se aconseja comerlos moderadamente y cocidos. Tampoco significa que el bebé rechace la leche si la mamá comió estos alimentos.

La clave pasa por alimentarse bien y de modo variado. Por ese motivo, en la Fundación Lactancia y Maternidad (FUNDALAM), cuya misión es promover la Lactancia Materna y la crianza en salud asistiendo a las familias e informando a la comunidad, acercan algunos consejos para llevar a la mesa.

Además de ingerir todo tipo de frutas, verduras y proteínas (carnes, huevos y lácteos) sugieren agregar a la dieta semillas de girasol, cereales, frutas secas (unas 10 por día, preferentemente almendras y nueces) y desayunar, por ejemplo, con granola natural. Por último, mencionan la levadura de cerveza, que aporta vitamina B. La cantidad recomendada es de 1.200 grs. por día.

De todas formas, podría decirse, con razón, que tanto los  frutas secos como la granola y la levadura de cerveza tienen hoy, un costo relativamente elevado. Sin embargo, se puede calcular el ahorro en pesos que proporciona la lactancia materna, ya que la leche de fórmula es mucho más cara para el presupuesto familiar y no tiene todos los beneficios de la leche materna. Una manera de poder comprar estos productos para la dieta de la mamá durante la lactancia, sin afectar demasiado la economía familiar, puede ser redireccionar algún gasto y producir un ahorro por otro lado. No hay que olvidar que estos alimentos tienen un valor adicional: colaboran con la nutrición de la mujer en un momento de alta demanda física y, sobre todo, con una buena lactancia.

Las Ventajas de la Lactancia Materna

Para los niños

  • Protege los dientes, porque la leche materna tiene sustancias que actúan como anticuerpos capaces de defender contra el avance de microorganismos. La leche azucarada de vaca expone la dentadura a un banquete de bacterias. Los odontólogos sostienen que los bebés amamantados tienen mejor desarrollo mandibular.
  • Los amamantados tienen menor riesgo dentario con problemas de mala oclusión y menos necesidad de ortodoncia cuando llegan a la adolescencia.
  • Los protege contra la diarrea, y además la cura.
  • Contiene la mezcla correcta de grasas, azúcares, proteínas y minerales en un equilibrio perfecto.
  • Cubre las necesidades de agua, aun  cuando hace calor.
  • Contiene todas las vitaminas que el bebé  necesita, salvo la D, que en general, el pediatra receta vía oral  y cuyo costo está cubierto hasta el primer año de vida.
  • Defiende al bebé contra infecciones severas, protegiéndolo de infecciones respiratorias.
  • Está libre de gérmenes porque contiene anticuerpos IGA secretaroria, linfocitos (productores de anticuerpos), macrófagos que fagocitan los gérmenes destruyéndolos, lactoferrina (que inhibe el crecimiento de Escherichia coli), lisozima (bactericida) y un factor bifidogénico (inductor del desarrollo de un germen que impide el crecimiento de patógenos en el intestino).
  • Los bebés amamantados son más sanos y delgados porque la leche vacuna tiene grasas que el bebé no necesita. En cambio, la leche materna se adapta a la necesidad del bebé.  Los bebitos amamantados se enferman menos veces y menos gravemente.
  • Son bebés más vivaces, duermen menos, se ríen antes, miran fijamente y reconocen las caras antes porque están más estimulados.
  • Tienen menor riesgo de otitis media que los alimentados con mamadera, porque la apertura de la boca para mamar descomprime el oído medio.
  • Están piel con piel con mayor frecuencia y facilidad, lo que genera estimulación sensitiva. La experiencia táctil se completa a través de su boca con el pecho de su madre, de una manera más intensa.
  • Caminan hasta dos meses antes que los niños alimentados con mamadera.
  • La angustia del octavo mes se da menos intensamente porque se sienten más seguros por la cercanía con la mamá.
  • Los procesos alérgicos son menos frecuentes o menos intensos. Si los padres padecen alergias mayores, el bebé tendrá menor probabilidad de padecer eczemas si es exclusivamente alimentado a pecho y su madre hace régimen de comida hipoalergénico desde el último trimestre de embarazo.
  • La deshidratación o los procesos respiratorios serios son casi nulos.
  • No tienen constipación y tienen menos dermatitis de pañal (irritación en la piel de la cola), debido a que la leche materna deja menor residuo fecal y a que las deposiciones son más blandas y con bajo PH.
  • Tienen mejor desarrollo psicomotor, emocional y social.

Para las madres

  • Conservan mejor la forma de sus pechos, usando corpiños adecuados.
  • El cáncer de pecho es menos frecuente en las que amamantaron por mucho tiempo y cuánto más jóvenes tengan sus partos. Estadísticamente se observa una reducción del índice de cáncer, reducción de cáncer de mama premenopáusico en un 25 por ciento, disminución en cáncer de ovario y de útero.
  • Pierden grasa naturalmente si se da exclusivamente pecho. La lactancia materna facilita la reducción de peso, porque la producción de leche consume los depósitos de grasa formados naturalmente durante el embarazo.
  • Se ahorran el trabajo de esterilizar y preparar mamaderas  porque tienen incorporadas las “instalaciones” de esterilización, preparación y entibiamiento.
  • Dar de mamar es  más económico e higiénico.
  • La lactancia facilita de manera óptima la formación de un sólido vínculo madre-hijo y favorece las conductas maternales.
  • Las mamás se sienten realimentadas por las respuestas de su bebé, lo cual permite una conducta de apego.
  • Tiene influencia en su ser femenino. Dar el pecho es la culminación de un ciclo biológico que comienza con la concepción de un hijo.
  • La osteoporosis es cuatro veces menos  frecuente en las mujeres que  amamantaron.
  • Cuando la mujer amamanta 7 o más veces en 24 horas, incluyendo mamadas nocturnas, y el bebé recibe exclusivamente el pecho, mientras no reaparezca la menstruación después de los 56 días postparto, la posibilidad de embarazo antes del sexto mes, después del parto, es del 2 por ciento. Luego de los 6 meses, el efecto inhibidor de la ovulación disminuye pero no desaparece.
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