Bebé

Primera infancia, conclusiones

Algunos de los indicadores aquí descriptos permiten reconocer las profundas desigualdades sociales que experimentan los niños y las niñas en los procesos de crianza y socialización en una etapa vital, que se reconoce esencial en tanto sienta las bases del potencial desarrollo del niño/a y determina los itinerarios futuros.

En los primeros años de vida, los niños y las niñas ven comprometidos su potencial de desarrollo físico, cognitivo y subjetivo.

En este proceso, las características del medio ambiente de vida del niño/a son claves, en tanto es allí donde se construyen las condiciones nutricionales, de estimulación sensorial y emocional que permitirán el desarrollo saludable del niño/a.

Si bien, tal como hemos analizado y se reconoce en tantos estudios sobre el tema, la insatisfacción de las necesidades del niño/a se asocia fuertemente a la situación de pobreza de los hogares, también es importante reconocer en la falta de oportunidades de estimulación emocional, social e intelectual, en la

negligencia en el cuidado, el abandono y el maltrato durante los primeros años de vida otros factores asociados que hacen a las estructuras de oportunidades de la infancia.

En este sentido, el derecho a la alimentación emocional, a la estimulación sensorial y a un cuidado de calidad en los primeros años de vida requieren de la coproducción de estructuras de oportunidades más integrales para la infancia desde su gestación. Proceso de construcción que necesita del compromiso y la activa participación de la familia, el Estado y la sociedad.

El reconocimiento del derecho al cuidado de calidad de niños y niñas desde los inicios de la vida representa un desafío para la sociedad argentina, que adquiere relevancia en el marco de las nuevas organizaciones familiares y, en particular, en situación de pobreza.


Fuente:
Newsletter del observatorio de la Maternidad n°39
Para conocer más sobre el Observatorio de la maternidad

cargando

cargando comentarios