Familia

Padres controladores:

Hay que buscar el equilibrio

Hay que buscar el equilibrio

El afán por cuidar al hijo puede llegar en ocasiones a medidas extremas que coartan la posibilidad de que el niño aprenda poco a poco a elegir y a crecer en responsabilidades. Por qué es necesario encontrar el justo medio.

Hay que buscar el equilibrio

¿Qué les pasa a los chicos que son criados por padres controladores?

  • “Queremos evitarte sufrimiento”.
  • “Tenemos experiencia”.
  • “Sabemos lo que es mejor para vos”.
  • “No te equivoques”.

Estas frases las podemos escuchar en el discurso de la mayoría de las familias. En ocasiones, pueden fluir sin problemas, en diversas conversaciones entre padres e hijos. En cambio, en otras ocasiones y contextos, pueden generar múltiples problemas.

La sobreprotección y el exceso de control, pueden resultar tan dañinos como el desinterés, descuido y/o distancia afectiva con los hijos. Algunos padres llevan al extremo el control sobre sus hijos, convirtiéndose en un freno para su desarrollo saludable.

A medida que el niño crece, va aprendiendo a distinguir lo bueno y lo malo, lo peligroso, lo que se espera y no de ellos. Los padres, utilizan su experiencia y capacidad para cuidar y ayudar a sus hijos en este proceso. Sin embargo, es fácil cruzar el límite entre la preocupación genuina de padres responsables, y la represión y el exceso de control a la libertad de los niños.

Para referirnos al tipo de relación y a las prácticas educativas empleadas por madres y padres, existe el término de “Estilo Parental”. Este término incluye las estrategias que utilizan los padres para estar al tanto de las actividades y amistades de sus hijos, para poner límites a sus conductas, para enseñarles y acompañarlos en el desarrollo de su madurez y responsabilidad. Cuando se lo ejerce de manera democrática, con apoyo y afecto, este estilo parental ha demostrado resultar eficaz para prevenir problemas de conducta, de ansiedad y depresión.

En determinados estilos de estructuras familiares, los padres avalan la creencia que sus hijos deben someterse a ellos, camuflándolo generalmente de respeto. Son padres rígidos, que no aceptan que sus hijos tengan pensamientos diferentes a los suyos. En cuanto éstos demuestran sus propios pensamientos e ideas, son duramente criticados, descalificados, no aceptados.

Las causas de un estilo parental controlador, puede tener diversas raíces. En algunos casos se relaciona con el haber recibido de sus propios padres un estilo de crianza similar. En otros casos, se debe a que alguno o los dos padres, padezcan ansiedad elevada, miedos y preocupaciones en exceso. En este caso, las bases genéticas y las vivencias cargadas de estas emociones negativas, refuerzan este estilo en padres e hijos.

Este estilo patológico de relación, comienza desde la niñez y se extiende hasta el final de la vida de los padres. Como consecuencia, estos hijos no lograr generar relaciones adultas y asumir el rol de padres para con sus propios hijos. Con frecuencia, repiten el vínculo abusivo y dependiente, no logrando vivir una relación de pareja y de familia plena y adulta.

Las consecuencias en los niños se evidencian en el desarrollo de una autoestima pobre, ya que estos padres controladores y sobreprotectores reducen las oportunidades para que sus hijos exploren su entorno. Debido a éstas causas, les impiden que desarrollen habilidades para enfrentar los desafíos y problemas que son inherentes a la vida. Al no dejarlos tomar decisiones (acordes a su edad), les evitan asumir responsabilidades y aprender a equivocarse.

Cómo detectar padres con estilo controlador

  • Vigilan y analizan cada paso del niño y su entorno.
  • Son muy exigentes con ellos.
  • Les cuesta o no escuchan el punto de vista de los niños.
  • Si lo hacen, difícilmente den la razón al chico (aunque la tenga).
  • No permiten o dificultan que los hijos tomen sus propias decisiones y critican sus opiniones y elecciones.
  • Tienen un estilo de crianza autoritario.
  • Fomentan la dependencia hacia ellos.

Si algún padre se siente identificado con este estilo parental, es fundamental hacerse cargo y modificar las conductas nocivas. Si es necesario, poder contar con el asesoramiento de algún psicólogo especialista en crianza.

Como padres tenemos el deber y la responsabilidad de orientar, contener y apoyar a nuestros hijos. Respetando su personalidad, ayudándolos a ser autónomos y a dirigir su propio desarrollo. Nuestros hijos, lo agradecerán.

Lic. Verónica Tamburelli (MN 24207)
ProMamás

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