Embarazo
Primer Trimestre

Embarazo

La respiración en el embarazo

La respiración en el embarazo

La mayoría de las embarazadas siente falta de aliento en algún momento del embarazo. Te adjuntamos algunos consejos para mejorar tu respiración durante la gestación y te contamos cuándo es necesario consultar a tu obstetra.

La respiración en el embarazo

 

Seguramente en algún momento del embarazo te sientas fatigada o con sensación de que “te falta el aire”. Esto es absolutamente normal y tiene varias causas.

Primer trimestre del embarazo: Al principio el aumento de los niveles de la hormona progesterona hacen que respires con más frecuencia y puedas como consecuencia sentir la sensación de falta de aliento.

Segundo trimestre del embarazo: Con el crecimiento del útero, la panza empieza a hacer más presión en otros órganos, especialmente sobre el diafragma. Esto puede causar una respiración más superficial.

Tercer trimestre del embarazo: En las últimas semanas, la falta de aliento se debe al poco espacio que ya tiene tu bebé en tu cuerpo, y que sólo disminuye cuando la panza "baja", como se dice comunmente y el bebé se acomoda mejor en la pelvis. Es probable que te sientas agitada y más pesada, por la llegada del inminente parto.

Si sos asmática, debés tener un control especial, ya que el asma puede permanecer igual, mejorar o empeorar durante el embarazo.

¿Por qué es importante una buena respiración durante el embarazo?

  • Oxigena correctamente al bebé, a la mamá y específicamente a los músculos que intervienen en el parto.
  • Disminuye la percepción dolorosa de las contracciones.
  • Evita la fatiga.
  • Facilita la relajación.

Hay tres técnicas principales de respiración para embarazadas. Te contamos cuáles son:

  • Respiración abdominal: consiste en absorber el aire por la nariz hasta sentir que se van llenando los pulmones y poco a poco se hincha el abdomen. Luego exhalar por boca lentamente, contrayendo los músculos de la parte del diafragma.
  • Respiración jadeante: se realiza con inhalaciones y exhalaciones rápidas y entrecortadas, haciendo que el tórax se infle y desinfle de manera sucesiva. Gracias a este tipo de respiración se evita que las contracciones del fondo del útero y del fondo del diafragma entren en contacto, a la vez que controlan los deseos de pujar cuando el bebé aún no está listo para salir.
  • Técnica torácica o de pujos: se lleva a cabo con dos o tres respiraciones profundas desde el tórax mientras se contraen los músculos del abdomen y se relajan los de la pelvis para que al soltar el aire -previamente contenido- se vuelva a relajar la parte del abdomen. Es el procedimiento de mayor utilidad al momento de expulsar al bebé. 

Tanto la respiración abdominal como jadeante pueden realizarse en todo el proceso de la gestación (e incluso en el post-parto), mientras que la de tipo torácico es recomendable practicarla durante el último mes de embarazo -acostadas o sentadas- de forma lenta, si es posible estirando los brazos y piernas para tener mayor fuerza.

Para hacer de a dos

La respiración en pareja es un ejercicio que se practica mucho en yoga, que está orientado a propiciar la armonía entre vos, tu pareja y el bebé. Para realizarlo, deben sentarse en una postura en la que ambos puedan posar las manos cómodamente sobre el bebé y el útero. A medida que respiran juntos, profundo y despacio, concéntrense en los músculos del útero, con cuidado de no tensar los músculos.

Cuándo consultar al obstetra

Es importante consultar al obstetra si tu dificultad de respirar es grave o te llega de repente. También debés consultar de inmediato si: tenés pulso rápido; palpitaciones cardíacas (tu corazón late muy rápido y fuerte); sufrís mareos o desmayos; tenés dolor en el pecho; sentís fiebres o escalofríos; sentís que el asma empeora o tenés color azul o morado alrededor de los labios y en los dedos de las manos y los pies.

Lic. Mariela Villar. 

Directora de EMBARAZO ACTIVO®


cargando

cargando comentarios