Embarazo

Respetemos a las mamás en el parto

Respetemos a las mamás en el parto

La experiencia del parto es tan única como individual. Por consecuencia, todos debieran respetar los tiempos y las emociones de las madres en este proceso. Nadie debiera acelerarlo a no ser que tanto la madre como el hijo estuvieran en riesgo. En la Semana Mundial del Parto Respetado, la licenciada Florencia Puccio, de Promamás nos acerca esta interesante reflexión sobre los aspectos psicológicos del parto.

Respetemos a las mamás en el parto

El momento del parto es, sin lugar a dudas, una situación intensamente emocional tanto para la futura mamá como para su pareja y el resto de la familia. El proceso conjunto de embarazo, parto y puerperio, está cargado de muchas y diferentes emociones que se ven influenciadas por cambios hormonales, del sistema nervioso y corporales. Es por esta razón que, cuando pensamos en el nacimiento de un bebé, debemos considerar tanto los aspectos médico- asistenciales como los aspectos psicológicos que están en juego.

Respetar a una mujer durante el proceso de embarazo y parto es, entre otras cosas, dar lugar a la expresión de sus emociones, dudas, inseguridades y miedos. Es, también, tener en cuenta sus opiniones, sus deseos y sus preferencias. Es brindarle la información profesional que necesita, de forma adecuada a su nivel de instrucción y de manera cordial. Aumentar su comprensión de todo el proceso, la ayudará a reducir su incertidumbre, aumentar su sensación de control y a tomar decisiones correctas.

Tener en cuenta los aspectos psicológicos del proceso de parto es, asimismo, fomentar la intervención de la pareja o de alguna otra persona allegada, trabajar los vínculos, tener en cuenta la historia y la situación actual de vida de la futura mamá. Es considerar los aspectos funcionales y disfuncionales de su personalidad previa, reforzando sus aptitudes y recursos de afrontamiento.

Luego del nacimiento, poner énfasis en las necesidades psíquicas de la mamá y de su bebé, implica fomentar al máximo el vínculo inicial de apego entre ella y el bebé recién nacido. Propiciar el contacto físico del bebé con sus padres (siempre que las condiciones clínico-médicas así lo permitan), fomentar la lactancia materna y estimular a la reciente mamá a que comience a realizar ella misma los cuidados a su bebé (acunarlo, cambiar el pañal).

Asesorar, psicoeducar, acompañar y contemplar las dificultades, considerando los aspectos psicológicos propios del proceso de embarazo y parto, es la única manera de respetar verdaderamente a sus protagonistas.

Lic. Florencia Puccio

Mat. Nac. N° 31941

ProMamás

 

 

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