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El primer encuentro entre hermanos

El primer encuentro entre hermanos

La llegada del segundo bebé es muy diferente a la primera experiencia. Con el primer hijo la atención está dedicada exclusivamente a descubrir cómo cuidar al recién nacido. Con el segundo hijo el escenario es otro. Ahora lo importante también es acompañar al hijo mayor, sus reacciones y emociones. Te acercamos algunas recomendaciones que pueden ayudarte a disfrutar en familia de este primer encuentro entre hermanos.

El primer encuentro entre hermanos

Durante el embarazo

Hablar con el hermano mayor sobre la inminente llegada del bebé es siempre positivo. Utilizando palabras y términos adecuados a su edad se le puede explicar cómo serán los primeros meses en casa con el bebé: comerá, dormirá y llorará la mayor parte del tiempo. El objetivo es no generar falsas expectativas: al principio no podrá ser un compañero de juegos, pero con el tiempo podrá ser un excelente cómplice de aventuras.

Siempre, y mientras el hermano mayor quiera, sumarlo a la preparación del cuarto, cuna, ropa, etc., es una gran idea para que forme de los preparativos de la inminente llegada. Dedicarle tiempo juntos al hermanito es un buen ejercicio para reproducir algo que luego efectivamente pasará.

La planificación siempre es un gran aliado:

Pensar de ante mano quién quedará a cargo del cuidado de tu hijo mayor es importante. Permite compartir y explicar qué es lo que ocurrirá el día del nacimiento.

¡Atención! Si es necesario que tu hijo mayor deje la cuna o cambie de habitación para hacer espacio para el nuevo bebé, lo ideal es hacerlo antes del nacimiento. Le dará la posibilidad de acostumbrarse a la nueva organización antes de afrontar la llegada del bebé y no sentirse desplazado. 

El momento de la presentación

El primer encuentro entre los hermanos es muy esperado e imaginado por padres. Muchas veces lo proyectado no es lo que sucede, pero si existen muchas herramientas que pueden ayudar a prevenir ciertas situaciones y disfrutar de ese primer encuentro familiar.    

Apurarse nunca es bueno

Todos los nacimientos generan una gran movilización en abuelos, tíos, amigos que quieren celebrar al recién nacido. A esto hay que sumarle el cansancio de la madre. La presentación entre hermanos es ideal que se concrete cuando estos momentos de agitación y cansancio hayan transcurrido.

Es un momento que requiere una atención especial. Si el bebé nació por la mañana, el encuentro puede ser por la tarde, si nació durante la noche, el hermano mayor puede esperar hasta la mañana siguiente. Lo importante es que cuando se concrete, sea en un ambiente tranquilo, íntimo y familiar.

Brazos libres de mamá para abrazos

Para muchos hermanos mayores, el día del nacimiento suele ser el primer día de su vida separados de su mamá. Para que la madre tenga los brazos disponibles para el hermano mayor es importante que el bebé esté en la cuna o en los brazos de otra persona.

Recuerden juntos su nacimiento

El nacimiento del hermanito es una opción para recordar lo que fue el nacimiento del hermano mayor. Narrar cómo fueron sus primeros días, dónde nació.

Primer upa

Muchas veces los hermanos mayores quieren sostener a sus hermanitos. Con las medidas de seguridad necesarias (sentado, con un adulto cerca, rodeado de almohadones) es una oportunidad para crear una conexión positiva entre ambos.

La duración del encuentro

Pueden ser encuentros largos y cortos. La pauta la pondrá las ganas y el cansancio del hermano mayor. Lo importante es que mientras dure ese momento, la madre y el padre tengas tiempos y atención para el hermano visitante.

El tan famoso regalo para el hermano mayor ¿ayuda? 

Muchas veces el hermano menor le “trae” un regalo al su hermano mayor. ¿Esta estrategia realmente ayuda?

Es importante entender que existen otras formas de generar una conexión positiva entre hermanos. El regalo para el hermano mayor no es una obligación. Esta alternativa puede distraer la atención de lo realmente importante: que el hermano mayor sienta que sus padres continúan prestando atención y que logre, de a poco con paciencia y mucho amor, conectar con su hermanito.

En casa

Incluir al hermano mayor en actividades que involucran al bebé (el momento del baño, el cambio de pañales, cantar una canción) es una muy buena alternativa. Siempre que él quiera y con supervisión adulta el hermano mayor puede ser responsable de ciertas tareas diarias.

El momento de amamantar es motivo de interés y preguntas. Es muy probable que el hijo mayor esté atento las primeras veces. Explicar lo que está ocurriendo y responder las consulta que surjan es importante, los niños mayores pueden ver está experiencia como algo extraño.

Generar una rutina de amamantamiento que incluya al hijo mayor es una buena opción para que no se sienta desplazado. Puede ayudar a preparar el espacio, traer un almohadón, leer un cuento, cantar una canción, etc. Si el hermano mayor es pequeño para participar, es útil pensar actividades de antemano que puede hacer durante el momento de lactancia (acercar su juego preferido, poner música, etc.)

Es ideal, dentro de lo posible, mantener los rituales de siempre. Prever situaciones hace que los niños se sientan seguros y calmos. Los cambios van a ser inevitables, mantener algunas rutinas lo ayudará a encontrar estabilidad.

El espacio a preguntar siempre tiene que estar habilitado. Las preguntas y curiosidades en los hijos mayores pueden multiplicarse. La llegada de un bebé puede ser un disparador para la imaginación. Es una buena ocasión para que el intercambio sea mutuo. Preguntar al hijo mayor cómo se siente con la llegada de su hermanito, escuchar con paciencia y amor desarrolla el vínculo familiar.

La llegada de un nuevo integrante a la familia, supone una reorganización familiar. Son procesos que pueden ser rápidos o necesitar de tiempo y paciencia. Independientemente de la edad del hermano mayor, lo importante es, en lo posible, que continúe teniendo espacios de atención individual cuando llegue el bebé. 

 

 

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