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La educación en positivo

La educación en positivo

Maternidad y educación comparten el concepto de cariño como base fundamental. En esta nota se explicará la nueva tendencia en educación: la educación en positivo.

La educación en positivo

Educación tradicional vs. Educación en positivo

Educar, según la Real Academia Española, comprende cinco verbos: Dirigir, encaminar, adoctrinar, desarrollar o perfeccionar.

Para educar en positivo es necesario contar con educadores y padres que tengan una actitud alegre y de contención. Una educación positiva apela a una visión optimista y motivadora que acompaña al niño a desarrollarse con felicidad y plenitud fomentando las buenas actitudes por encima de los errores.

Para encaminarse hacia esa manera de educar, es fundamental tomarse el tiempo de aprender sobre las etapas evolutivas del niño y sus períodos sensitivos, que ayuden a anticiparse a los acontecimientos y permitan tener expectativas lógicas sobre las actitudes de los pequeños. Podríamos decir que la idea es prepararse para anticiparse a los desafíos, más que actuar sobre lo que "el niño ha hecho mal". El enfoque en algún punto es también, preventivo.  

La educación en positivo, también se centra en la formación del niño en valores, que lo ayudarán a fortalecerse como persona. La idea es trabajar sobre la voluntad, la libertad, la constancia, la empatía, entre otros, a través de ejemplos simples, preparando tareas acorde a la edad, dinámicas concretas con mensajes claros por parte de los adultos.  

¿Qué es la educación en positivo?

 

Fernando Corominas, especialista en pedagogía con años de experiencia en la formación de padres explica: “Educar en positivo es una forma diferente. En la misma intervienen dos personajes el educador y el educando. Cuando nos referimos al educador, padres y profesores que quieren lo mejor para sus hijos y alumnos, podemos decir que estamos educando en positivo. Cuando se usa la denominación de educación positiva  se refiere a la actitud del educando. Una persona con la mente positiva alegre y tranquila está en mejor situación de aprender y querer mejorar, que una persona triste, expectante del enojo.

Hoy, estamos en condiciones de hacer proyectos educativos  con los objetivos que previamente nos marcamos. En el área del cuerpo, desarrollando la motricidad, buscando conseguir la lateralidad correcta y la habilidad para el deporte que escojamos. En el área de la inteligencia, desarrollando la capacidad de memoria alta, enseñando a pensar, imaginar, y fortaleciendo una alta capacidad para razonar, buscando que consigan facilidad para estudiar. En el área de la voluntad: la educación busca que  los niños logren ser ordenados, responsables, obedientes y adquieran fuerza de voluntad.

Corominas aconseja que “para educar en positivo es necesario formarse, estar al día de las nuevas pedagogías, las estadísticas indican que hoy en día la mayor parte de los padres y profesores educan más   tiempo corrigiendo y arreglando problemas que en acciones preventivas, aunque ellos tengan una actitud positiva.

Educación Tradicional

  • decir “no hagas”, “ no digas”, “no seas”,
  • gritar a los hijos, 
  • repetir las  órdenes para que obedezcan,
  • amenazar con imponer castigo,
  • imponer un castigo, 
  • cuando el hijo se pone a la defensiva,
  • cuando se le dice algo y el esta enojado,
  • cuando le hablamos y el no quiere escuchar,
  • cuando corregimos a los hijos justo después de hacer algo mal, cada vez que los padres hablan enojados.

Educación en positivo

  • tener en cuenta los periodos sensitivos,
  • potenciar sus instintos guía,
  • crear sinergia positiva,
  • apoyarse en el subconsciente,
  • motivar a actuar bien porque quiere,
  • prevenir,
  • formar su conciencia
  • potenciar sus puntos fuertes,
  • esforzarse en dar buen ejemplo,
  • tener un proyecto educativo para cada hijo,
  • fomentar su autoestima.

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