Bebé

Alimentación durante el segundo semestre de vida:

¿Leche de vaca entera?

¿Leche de vaca entera?

"Mi mamá me alimentaba con leche de vaca". Esta frase fue aportada por una mamá de materna. Pero expertos de Nutricia Bagó nos ofrecen información y datos que esclarecen por qué no hay que darle leche de vaca a los niños menores de dos años.

¿Leche de vaca entera?

Durante los primeros meses de vida, los bebés crecen a un ritmo notable, y una gran cantidad de la energía que comen se utiliza para la formación de nuevos tejidos. Entonces, el aporte de energía y de nutrientes específicos es sumamente importante para lograr el crecimiento y un adecuado desarrollo.

Los primeros seis meses de vida son únicos ya que los bebés reciben un solo alimento que satisface sus necesidades nutricionales: la leche materna. La leche de la madre no sólo es insuperable en cuanto a sus características nutricionales, sino que además fortalece el sistema de defensas del bebé frente a las infecciones como las diarreas, los resfríos, entre otros. Por otro lado brinda una relación de afecto madre-hijo insustituible.

Generalmente, a partir del sexto mes de vida, o cuando el pediatra lo considere necesario, se inicia la ablactación, que es la introducción de alimentos sólidos y semisólidos en la dieta de los bebés. Este segundo semestre de vida también es crítico, porque aunque se incorporen alimentos sólidos o semisólidos a la alimentación cotidiana, la leche materna sigue ocupando un rol muy importante.

Pero cuando las actividades diarias son muchas y los compromisos laborales acechan, hay interrogantes que toda mamá se hace alguna vez como: ¿se puede reemplazar la leche materna por la leche de vaca que consume el resto de la familia?, ¿lo alimentará de la misma forma?, ¿le brindará todos los nutrientes que el bebé necesita para crecer sano y fuerte?

La respuesta a todas estas preguntas se pueden resumir en un NO.

¿Y por qué no?

  • El tipo y cantidad de nutrientes de la leche de vaca es adecuada para los terneros, pero no para los seres humanos
  • Puede ocasionarles a los bebés intolerancias digestivas, como por ejemplo: gases, distensión abdominal o dolor de panza y constipación
  • La leche de vaca es muy pobre en hierro, vitamina C y zinc; recuerde que el hierro es un mineral indispensable para prevenir la anemia, la vitamina C ayuda a que el hierro ingerido sea aprovechado por el organismo adecuadamente y el zinc es un mineral que favorece el crecimiento y estimula el apetito.
  • Es deficiente en ácidos grasos esenciales, que son fundamentales para el desarrollo neurológico de los bebés.

Es por eso que Ud. mamá que está leyendo en este momento este artículo, se estará dando cuenta que la leche de vaca común y aún diluida con agregado  de azúcar como suele indicarse, no  es una buena alternativa para nutrir a su hijo de forma adecuada durante el primer año de vida.

La Academia Americana de Pediatría considera a la leche humana como el mejor alimento para el bebé, y señala que: “la leche de vaca entera no debería utilizarse durante el primer año de vida, y considera que: “las leches infantiles fortificadas con hierro son la única alternativa aceptable de la leche materna”.

También, la Organización Mundial de la Salud recomienda que los bebés se alimenten exclusivamente a pecho hasta el sexto mes de vida, y aconseja que es conveniente proseguir la lactancia materna hasta los dos años de vida; pero en el caso de que no sea posible, es importante que se consulte al Pediatra o Nutricionista de cabecera para que le enseñen todas las técnicas que permitan el no abandono de la lactancia natural o en su defecto para que le recomienden la mejor opción de alimentación para el crecimiento y desarrollo óptimo de su bebé.

Si desea puede consultar la Guías Alimentarias para la Población Infantil del Ministerio de Salud de la Nación, aprobadas por Resolución Ministerial Nº 12, del 12 de enero de 2006, en el marco del Programa Nacional de Garantía de Calidad de la Atención Médica, implementado por Resolución (MSyAS) Nº 149, del 1º de junio de 1993.

 

Colaboraron en este artículo profesionales de Nutricia Bago. 

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