Embarazo

Reproducción asistida:

Una forma de quedar embarazada

Una forma de quedar embarazada

La reproducción asistida es una tecnología encaminada a superar la infertilidad de alguno de los miembros de la pareja y ayudar así a quedar embarazada de manera artificial, mediante una manipulación de los gametos.

Una forma de quedar embarazada

¿Quiénes recurren a la reproducción asistida?

Entre las técnicas de reproducción asistida más comunes están la fecundación in vitro, la inseminación artificial, y ahora uno de los avances más nuevos es la vitrificación de los óvulos.

Los especialistas sostienen que algunos padres recurren a estos métodos, ya que muchas mujeres posponen la maternidad. Muchas lo hacen por poner lo intereses profesionales delante de la vida familiar. Otra parejas por diversos problemas no pueden quedar embarazadas.

La reproducción asistida se realiza por dos medios:

Inseminación artificial

La inseminación artificial consiste en colocar en el interior del útero o del canal cervical de la mujer, el semen del varón previamente preparado. Para ello, es preciso realizar primero la monitorización de un ciclo menstrual con el fin de detectar el momento de la ovulación.

La inseminación artificial consta de tres fases:

• Estimulación hormonal del ovario, para aumentar el número de ovocitos maduros.

• Preparación del semen, seleccionando y concentrando los espermatozoides móviles.

• Inseminación de la mujer, que se realiza en una consulta.

Hay dos clases de inseminación artificial: por el cónyuge y por el donante:

Por cónyuge: Es posible que, a través de las relaciones sexuales, la mujer no logre quedar embarazada.

Por donante: En casos en que el cónyuge pueda llegar a transmitir una enfermedad hereditaria (como la hemofilia o la enfermedad de Huntington), o en casos de incompatibilidad de Rh. Y puede ser también en casos que la mujer no esté casada, pero quiere tener la oportunidad de quedar embarazada y ser madre.   

En ambos casos el procedimiento es el mismo.

 

Fecundación in vitro (FIV)

La fecundación in vitro es una extracción del ovocito femenino, (los ovocitos son las células sexuales femeninas y se localizan dentro de los ovarios, en unos folículos, de aproximadamente 2 cm. de diámetro). Se extrae con el fin de poder fecundarlo fuera del organismo de la mujer, con espermatozoides obtenidos previamente del hombre. Tras la fecundación, el embrión es implantado en el cuerpo de la mujer. Esta vía recibe el nombre de fecundación in vitro, y consta de seis fases:

• Estimulación del ovario con hormonas.

• Extracción de ovocitos; en el caso de infertilidad femenina, se puede recurrir a la donación de ovocitos.

• Inseminación de los mismos, que puede producirse: 

1. Forma clásica: poniendo juntos los ovocitos y los espermatozoides previamente seleccionados y tratados. 

2. Mediante inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), en el caso de que los gametos masculinos presenten problemas de movilidad.

• Cultivo in vitro hasta embrión en diferentes estadios de desarrollo; habitualmente los embriones permanecen en cultivo un total de tres días. En algunas ocasiones, es conveniente prolongar el cultivo de los embriones en el laboratorio hasta el estadio llamado de blastocisto (6 días).

• Transferencia embrionaria: se puede realizar bien en el útero o en las trompas y tiene lugar por vía transcervical, sin anestesia. Las tasas de embarazo con FIV e ICSI están alrededor del 50%, siendo superiores al 60% en el caso de donación de ovocitos.

• Congelación y descongelación de embriones: una vez que se ha transferido el número de embriones adecuado para cada caso, los embriones viables sobrantes se someten a un proceso de congelación, lo que permite conservarlos durante un tiempo. De esta forma, estos embriones están disponibles en el momento en que sean requeridos por la pareja. Las tasas de éxito con transferencia de embriones congelados son similares al resto de los tratamientos, superando el 40%, sin aumento del riesgo de aborto o malformaciones.

Vitrificación de óvulos

Ésta es una técnica de congelamiento de óvulos mucho menos agresiva. Con la congelación de óvulos tradicional,  al contener más agua y cristales por el hielo, puede que se rompan algunas estructuras de la célula.

La vitrificación consiste en introducir el óvulo en nitrógeno líquido, a 196º grados bajo cero, después de tratarlos con sustancias crioprotectoras y deshidratarlo extrayendo el agua del óvulo.

Los óvulos, para realizar este tratamiento, son sometidos previamente a una estimulación ovárica mediante hormonas. La extracción es una punción transvaginal que no lleva más de 20 minutos.

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