Como si fuera una búsqueda del tesoro, en Pascuas una opción divertida es esconder los huevitos de chocolate por toda la casa para que los más pequeños los encuentren.
Reglas básicas de convivencia
Como las familias suelen tener integrantes de diferentes edades, las diferencias de acceso son notables. Debe establecerse que los huevitos escondidos en niveles donde los más pequeños alcancen son para ellos únicamente, y aquellos situados en lugares más altos son para los grandulones.
Chicos y chicas: Una buena idea es dividir a los huevitos acorde a los géneros, por ejemplo, según el envoltorio, ya sean rosas o celestes.
Compartir: Lo mejor es establecer antes de que empiece la búsqueda que sin importar cuántos encuentre cada uno, los huevitos van a dividirse por cantidad de participantes, para que así sea justo para todos.
Diferentes tipos de búsquedas
Para aquellos que tienen la suerte de pasar Pascuas en un ambiente abierto (y por supuesto si el tiempo acompaña) no hay nada más divertido que hacer la búsqueda al aire libre.
Alienta a tus hijos a que exploren la naturaleza. Les puedes dar un cuaderno y un lápiz para que dibujen lo que les llame la atención o tomen nota de las cosas que van observando.
Esta es una buena opción para los niños curiosos y una oportunidad para que aprendan. En este caso, lo mejor es que los huevitos sean de plástico o artificiales para evitar una invasión de hormigas.
A los más grandes les puede resultar divertido que la búsqueda se haga de noche. Llevando linternas y todo lo que sea necesario puede resultar una experiencia llena de adrenalina y suspenso. Quizás lo mejor en este caso es dividirse en grupos.
Premios originales y divertidos
Una herramienta de motivación interesante es que cada huevito lleve un número. Al finalizar la búsqueda se reparte el regalo que corresponda a cada número. Luego los niños pueden intercambiarse los premios a su gusto.
Algunos prefieren que haya un huevito por persona y que lleve el nombre del niño al que le corresponde. De esta manera, el regalo es más atento y personalizado.
Cupones: En lugar de regalos, una opción más económica es que cada huevito lleve un cupón que represente algo simbólico. Por ejemplo: “Esta noche puedes irte a dormir más tarde” o “Hoy elegís el postre”.