Embarazo

Nota auspiciada por el centro de diagnóstico Dr. Enrique Rossi:

¿Qué estudios pedirá el obstetra?

¿Qué estudios pedirá el obstetra?

Desde que el embarazo se anuncia al obstetra, éste se alegra con la futura mamá y la felicita, incluso con afecto. Pero de inmediato surge su faceta profesional, que nos asegura que estamos en buenas manos. ¿Qué necesitará saber el médico en cada etapa y por qué? En esta nota, Centro de Diagnóstico Dr. Enrique Rossi acerca una lista cronológica de los estudios que, normalmente le serán solicitados a la embarazada.

¿Qué estudios pedirá el obstetra?

Antes de lograr el embarazo

Una visita ginecológica podría comenzar, por qué no, con la expresión de deseo de la paciente de quedar embarazada. En ese caso, surge una de las primeras recomendaciones: el profesional debe preguntarle a esta mujer si tuvo rubéola, lo cual se confirma mediante un análisis de laboratorio de los anticuerpos de esa enfermedad. Si existen anticuerpos, mejor. Si se busca un embarazo, la mujer puede vacunarse contra la enfermedad, pero deberá esperar algunos meses antes de poder intentar quedar embarazada. 

Primera consulta durante embarazo

Ahora sí, el ginecólogo o el obstetra (si ya se ha elegido uno) pedirá la confirmación del embarazo, mediante un estudio de laboratorio que determine la subunidad beta presente en la sangre. Asimismo, puede realizarse una ecografía por vía transvaginal (todavía no puede captarse al bebé si se hace una ecografía "desde la panza").

¿Cómo siguen los primeros estudios? 

También desde la primera visita al obstetra, la futura mamá tendrá que hacer un chequeo por laboratorio, que incluye: Hemograma completo, ferremia, glucemia, estudio del ácido úrico, uremia, creatinina, orina completa, sedimento urinario, urocultivo (estas determinaciones se reiteran al menos bimestralmente), PAP y colposcopía (si el profesional está de acuerdo en hacerlos durante el embarazo). 

Pero además de ese "chequeo", el examen de laboratorio persigue una  pesquisa de infecciones. Por eso, el mismo análisis servirá para tener datos de las siguientes enfermedades: HIV, Chagas, Toxoplasmosis, VDRL (sífilis). Es probable que esas búsquedas se repitan al menos una vez más durante el embarazo. Por último, el médico busca saber con este mismo estudio cuál es el grupo y factor sanguíneo de la mujer.

Este es un chequeo de rutina al cual, de acuerdo con el cuadro clínico y con los antecedentes de la paciente, se pueden agregar otras determinaciones como la curva de tolerancia a la glucosa (en casos de antecedentes diabéticos, embarazos previos con bebés de alto peso o porque simplemente el profesional lo considera parte de la rutina a efectuar a la futura mamá).

Posteriormente y a partir de la semana 10

Se efectúan ecografías, al menos una por trimestre, donde se valoriza el crecimiento fetal, la relación entre tiempo de embarazo y las mediciones del bebé, su movilidad; se descartan alteraciones congénitas, etcétera.  En ciertos casos (por ejemplo, en mujeres con antecedentes puntuales o las que son mayores de 35 años), se puede efectuar ecografía con translucencia nucal. Igualmente, en pacientes que superan los 35 años, se puede solicitar el estudio cromosómico mediante la punción de vellosidades coriónicas (ambas determinaciones son principalmente para la pesquisa del síndrome de Down). Otros estudios en casos específicos son el doppler feto placentario, generalmente indicado a las mamás con antecedentes de problemas vasculares, diabetes o hipertensión.

A partir de la semana 37 

Se indica monitoreo fetal en embarazos normales y de bajo riesgo a partir de esa fecha, y semanalmente hasta la finalización del embarazo. En cambio, si el médico considera que puede existir algún riesgo, puede pedir el monitoreo a partir de la semana 32, además de doppler fetal y Score de Manning (para controlar la vitalidad fetal: movimientos y tono fetal, movimientos respiratorios, evaluación de líquido amniótico). 

Lo más importante: la consulta médica mensual

En estos encuentros mensuales, la embarazada recibe una evaluación general, se controla la tensión arterial, la curva de peso; es decir, se cuida su salud y la del bebé. También se mide la altura de la panza, para ver el crecimiento del útero, y se auscultan los latidos cardíacos fetales. Estos momentos son de particular emoción, porque le recuerdan a la mamá que su hijito está ahí, creciendo y desarrollándose para salir a la vida.   

Nota elaborada con el auspicio del Centro de Diagnóstico Dr. Enrique Rossi.

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