Embarazo

Parir sin sufrir

Parir sin sufrir

Nueve meses de ventaja

Durante el embarazo, la mujer prepara su mente y su cuerpo para el momento del parto. Por un lado, se trata de una preparación cultural, que alude a lo psicológico y lo social, y por otro lado, estará más atenta a su salud.

Parir sin sufrir

Debe preocuparse por su nutrición y por cuidar su cuerpo, por ejemplo, realizando actividad física. Se aconseja ejercitar los músculos elásticos, que facilitan una buena expulsión. Para entrenarlos se recomienda caminar, caminar y caminar.

En los nueve meses de embarazo la mujer debe mentalizarse fisiológica y espiritualmente.

Cómo lidiar con el miedo al parto

Lo más importante para perder el miedo es entender el proceso del parto. Para tranquilizarse es bueno recordar que el cuerpo cuenta con todos los instrumentos necesarios para parir.

Hay que confiar en que el cuerpo está milimétricamente preparado para dar a luz. Para poner un ejemplo muy simple: si no existieran las pinzas para cortar el cordón umbilical, siempre se podría recurrir a los dientes.

“El parto fisiológicamente, depende del cerebro (…) El cerebro de algún modo sabe cuando el feto ha alcanzado su total madurez, sabe cuando han empezado ya los movimientos encaminados a hacer posible la salida del feto y le da al organismo materno – reguladamente – las órdenes en el momento oportuno para el parto.”

La diferencia entre sufrimiento y dolor

No se debe confundir sufrimiento con dolor. El primero tiene una esencia latente y prolongada en el tiempo, mientras que el segundo busca resolverse, es activo y potente.

“La dicha, la cual es rápida, fugaz, no hace a la felicidad tal como el dolor no hace al sufrimiento”.

Además, el dolor cumple una función de alerta, ya que avisa a la mujer de que el parto ha comenzado. La mujer, ante este dolor, busca un refugio. El lugar de anidamiento es de gran relevancia para el momento de dar a luz. Surge la necesidad de un lugar seguro, ya que tanto la madre como su niño se encuentran en una instancia de vulnerabilidad durante el parto e inmediatamente luego del mismo.

Las contracciones: Su dolor es en forma de ola que va y viene. Cuando el dolor acaba le permite a la embarazada reponerse y vuelve a comenzar.

“Muchas mujeres refieren que al final del trabajo de parto, cuando se logra la dilatación completa del cuello uterino y el bebé presiona la vagina, ya no les duelen las contracciones. La sensación de presión, el ardor y las ganas de pujar sustituyen el dolor del parto”

Suzane Arms

Las mujeres que no incorporan el dolor viven el parto como una experiencia emocionalmente negativa, mientras que aquellas que diferencian el dolor del sufrimiento lo viven como una experiencia positiva que va a marcarlas de por vida.

Fuente: Partos Alternativos
Ediciones Lea

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