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Los abuelos y los hermanos dentro de la unidad de internación

Los abuelos y los hermanos dentro de la unidad de internación

¿Los recién nacidos prematuros pueden recibir visitas mientras están internados? Los niños prematuros requieren durante el tiempo de internación una asistencia compleja de parte de médicos y enfermeras que garantice su favorable evolución. De todas maneras, es posible realizar visitas programadas por parte de los familiares directos, como abuelos y hermanos.

Los abuelos y los hermanos dentro de la unidad de internación

Las UCIN son ámbitos poblados por incubadoras, monitores y demás tecnología, la presencia de numerosas personas del equipo de salud que trabajan concentrados en sus tareas en un clima muy particular como es el de asistir a niños en la urgencia, puesto que siempre se está a la espera de que ingrese un nuevo niño que requiera atención inmediata y con estricto control sobre el orden y la organización del sector. Los padres irán aprendiendo durante el tiempo de internación a encontrar su lugar junto al niño, a colaborar con el cuidado del mismo y podrán entender las exigencias que implican ciertos  procedimientos que hacen necesario facilitar el desplazamiento del equipo para su mejor desempeño.

Las internaciones son prolongadas y la ansiedad de la familia que queda fuera de la unidad se acrecienta. El Servicio de Neonatología contempla las Visitas Programadas para los Familiares, bajo supervisión de miembros del equipo de salud, en días y horarios preestablecidos de manera de acompañar a los padres y generar mayor apoyo familiar hacia ellos. El Programa de Ingreso de Familiares a la UCIN prevé días con reuniones previas al acceso al sector. Visitas programadas: significa que, a diferencia de lo que ocurre con los padres del recién nacido, quienes pueden ingresar de modo irrestricto a la unidad mientras su hijo permanece internado, el resto de la familia sólo puede hacerlo en días y horarios establecidos por la institución, de modo que la visita no se superponga con actividades asistenciales o cambios de guardia o de turno, garantizando así el funcionamiento adecuado de un sector de alta exigencia.

Los abuelos en la UCIN

Dado lo expuesto, sería muy complicado recibir visitas multitudinarias dentro de las UCIN sin que afectara el trabajo habitual. Es por ello que dentro del mapa familiar se ha privilegiado la figura de los abuelos por ser los referentes en la transmisión de cuidados y valores de una generación a otra y por la función de sostén que cumplen para la pareja de padres que atraviesa una situación tal.  Los abuelos serán así los encargados de transmitir al resto de los familiares las características de este niño así como su evolución y logros obtenidos. Al conocer y compartir el ámbito donde deben permanecer por períodos prolongados tanto el RN como sus padres, conocen muchas de sus dificultades y colaboran en la organización de la dinámica familiar que debe garantizarse a pesar de la ausencia de los nuevos padres.

Para el papá y la mamá, el contacto del niño prematuro con sus abuelos a través de la palabra y su presencia conlleva un importante efecto, puesto que confirma ante ellos y el resto de su comunidad sus roles de padres. En aquellas familias en las cuales los abuelos no están presentes o tienen dificultades para concurrir al hospital, los padres comunicarán quiénes serán, dentro de su contexto familiar, los responsables de ocupar ese rol.

Reunión de abuelos

En la Maternidad Sardá la Visita de Abuelos comienza con una reunión previa donde se les explica en primer término los motivos generales por los cuales los prematuros requieren de una internación prolongada, las características de la asistencia tecnológica, la importancia del apoyo a ambos padres, los cuidados de la mamá para que ésta a su vez pueda sostener la lactancia, entre otros temas. A continuación se les entregan camisolines limpios y se les explica la técnica del doble lavado de manos con jabón antiséptico.

Los abuelos ingresan acompañados por el equipo de salud mental del área de Neonatología que coordina las actividades y se encontrará en la Unidad con sus hijos y su nieto. En esos encuentros se descubren parecidos, se identifican gestos, se aprecian los logros alcanzados de semana en semana y así se va tejiendo una historia de emociones y palabras necesaria para alojar a todo niño que arriba a una familia.

Los hermanos en la UCIN

Los padres de los niños prematuros suman a la angustia y el temor por la internación, la tristeza de separarse de sus otros hijos por tiempos prolongados. Una dura sensación que describen como la obligación de “elegir” cuidar al más pequeño y vulnerable, dejando al resto a cargo de familiares. Para los hermanos se agrega a la distancia física de sus padres, la incomprensión de la situación actual. El hermano o hermana de quien se venía hablando no llega a casa, sin embargo el embarazo ha concluido. El ánimo y la conducta de los adultos ha variado así como la forma de vida acostumbrada, cambian horarios y a veces hasta es necesario mudarse a casa de tíos o abuelos.

Muchos padres dudan en un comienzo si la visita de los otros hijos al hermano internado mientras requiere cuidados especiales es conveniente. Sin embargo, la experiencia institucional en el trabajo con familias ha demostrado que toda vez que el hermano recibe información adecuada a su edad y madurez, conocer el lugar donde su hermano y su madre pasan la mayor parte del tiempo tiene un efecto de alivio a la vez que facilita la comprensión de la situación de internación. Los niños y adolescentes tienen de este modo la posibilidad de ubicar espacial e imaginariamente al recién nacido y el contexto en el que debe permanecer. Constatan que el hermano existe, sus características clínicas, le pueden adjudicar nombre, intenciones (se ríe, me miró, etc.) y van así procesando el impacto de lo inesperado.

Es aconsejable que las familias incentiven a conocer al niño internado aún en las etapas más críticas, puesto que la fantasía respecto de las dificultades y condiciones del prematuro serán siempre más exageradas e intensas que la experiencia del encuentro con el niño real.

Reunión de hermanos

En la Maternidad Sardá la visita es precedida por una Reunión que integra aspectos informativos con juego y dibujo. Se transforma de tal modo en una intervención psicoprofiláctica que prepara para el encuentro con elementos desconocidos como incubadoras, sondas, respiradores, monitores, etc. Los niños pueden explorar los materiales, investigar si son blandos, alimentar por gavage a muñecos, dedicarle un dibujo a su nuevo hermano o a alguien del equipo de salud con quien se vaya conociendo. Se los entrena en el lavado de manos y luego de vestirse con los camisolines, irán al encuentro de sus padres y del nuevo miembro de la familia. La duración de la visita está en relación a la edad de cada niño y su capacidad para sostener la atención y aceptar reglas.

Es fundamental no presionar al niño para que ingrese si no quiere hacerlo. Es muy aconsejable antes de retirarse, un rato de juego o charla que denominamos “post visita”. Este momento particular permite apreciar el proceso  de simbolización y la aceptación de la realidad en cada historia. La recepción de los niños y adolescentes en condiciones pautadas, con un modo de ingreso organizado y progresivo permite un encuadre de seguridad y empatía para todos los que participan.

Los padres están allí para cuidar a un hermano que lo necesita y los hermanos ven y comprenden que esto sucede. Es una forma de dar testimonio acerca de cómo las funciones de cuidado y protección se extienden de las generaciones precedentes a las nuevas, tal como corresponde a la condición humana, cuyo “cachorro” es el más inmaduro de todas las especies, independientemente de sus semanas de gestación.

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