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¿Cuánto tiempo pueden estar los niños frente a las pantallas?

Las preocupaciones en torno al uso responsable de la tecnología advierten sobre el acceso a contenidos no apropiados para menores y la importancia de que el niño esté siempre acompañado por un adulto al usarlas. Pero los riesgos no terminan ahí. La organización Mundial de la Salud (OMS) alerta  sobre las consecuencias directas del uso de la tecnología en el incremento del sedentarismo infantil.

La falta de actividad física es un factor de riesgo que contribuye directamente al incremento de sobrepeso. La primera infancia es un periodo “de rápido desarrollo físico y cognitivo” en el que se deben adquirir hábitos y rutinas. Es importante que la actividad física comience durante los primeros meses de vida.

Con cifras de sobrepeso en constante aumento y niños que comienzan en edades cada vez más tempranas a hacer uso de las tecnologías, la OMS alarmó sobre el "tiempo de pantalla sedentario" y desarrolló, junto con su panel de expertos en enfermedades no transmisibles, una guía de recomendaciones sobre el uso de pantallas en la primera infancia 

Se trata de la primera guía con orientaciones claras sobre la conducta que deben tener los niños frente al uso de pantallas. Para elaborar las recomendaciones, la OMS estudió 277 artículos médicos y realizó 10 estudios en cinco diferentes países con casi 7500 participantes. La guía incluye también recomendaciones sobre el tiempo adecuado de juego (actividad física) y horas de sueño necesarias para reducir el sedentarismo. 

La aplicación de las pautas indicadas por la OMS durante los primeros cinco años de vida contribuye directamente sobre el desarrollo motor y cognitivo de los niños y su salud a lo largo de toda la vida:  

Los lactantes (menores de 1 años)

  • No deben usar pantallas. No se debe exponer a los menores de un año a ningún tipo de pantalla electrónica (TV, Tablet, teléfono, Ipad, etc). Su aparato psíquico se encuentra en desarrollo y por lo tanto son inmaduros y dependen fuertemente de la interacción con adultos para decodificar y significar los estímulos que reciben.
  • Deben estar físicamente activos varias veces al día de diferentes formas, especialmente mediante el juego interactivo en el suelo. Se recomiendan al menos 30 minutos de posición boca abajo, repartidos durante todo el día y en los momentos que estén despiertos. Estos ejercicios ayudan a los bebés a fortalecer el cuello y su espalda.
  • No pasar más de una hora sujetos (en cochecitos, sillas o portabebés).
  • Los bebés de 0 a 3 meses deben dormir entre 14 y 17 horas al día. Los bebés de 4 a 11 meses, entre 12 y 16 horas al día (incluyendo las siestas).

Niños de 1 y 2 años

  • No deben usar pantallas. Hasta los dos años los niños no deben ver televisión, usar tablets, ni estar en contacto con cualquier otro tipo de pantalla.
  • Deben realizar al menos tres horas de actividad física a lo largo del día.
  • No pasar más de una hora sujetos (en cochecitos, sillas o portabebés), ni permanecer sentados durante periodos largos de tiempo.
  • Deben tener de 11 a 14 horas de sueño de buena calidad, incluidas las siestas, con horarios regulares para dormir y despertarse.

Niños de 3 y 4 años

  • No debe usar más de una hora de pantallas al día. Si puede ser menos tiempo, ¡mejor! En momentos de inactividad, se recomienda que el cuidador les lea o cuente cuentos.
  • Deben realizar al menos tres horas de actividad física distribuidas a lo largo del día, de las cuales una hora debe ser de intensidad moderada a vigorosa.
  • No pasar más de una hora sujetos o estar sentados durante mucho tiempo.
  • Deben tener de 10 a 13 horas de sueño de buena calidad, (pueden incluir una siesta), con horarios regulares para dormir y despertarse.

Los niños tienen que volver a jugar

Se trata de reemplazar el tiempo que los niños pasan pasivamente frente a una pantalla (televisión, Tablet, video juego, etc) por juegos que requieran mayor actividad física. Pasar menos tiempo viendo la televisión o jugando videojuegos influye en la reducción de adiposidad (grasa), mejor desarrollo motor y cognitivo, y la salud psicosocial.

"Mejorar la actividad física, reducir el tiempo de sedentarismo y asegurar al niño un sueño de calidad mejoran su salud física y mental, así como su bienestar en general, previenen la obesidad y otras enfermedades más adelante en la vida", explicó una de las responsables de la guía, Fiona Bull

La OMS no considera como actividades “pasivas” si el niño está, por ejemplo, imitando los movimientos de baile de un video o hablando con una familiar en otro país por el celular, pues existe una “interacción”. 

El primer paso implica redefinir las reglas familiares 

Los cambios deben comenzar por los adultos. El uso de las pantallas tiene que reducirse para todos los integrantes de la familia. La primera infancia es una etapa de rápido desarrollo y una época en la que los modos de vida familiar pueden adoptarse más fácil. Demostrarle a los más chicos que existen otras formas de entretenimiento, es la mejor forma de educarlos. Tienen que existir momentos familiares en donde no se use ninguna pantalla.

Si se establecen costumbres saludables de actividad en la primera infancia, los hábitos se mantienen a lo largo de toda la infancia, durante la adolescencia y la edad adulta.

Los gurús digitales no permiten que sus hijos usen pantallas

Se trata de los directivos de Google, Microsoft, Apple y otros gigantes tecnológicos. Todos aplican una crianza sin pantallas: limitan el uso de la tecnología en el hogar y durante la escuela. Sus hijos se crían entre pizarras, juguetes de madera, lápices, libros, etc y sus niñeras tienen prohibido el uso de pantalla mientras estén a cargo de sus hijos.

Las personas que mejor comprenden la tecnología de los móviles y las aplicaciones quieren a sus hijos se mantengan lejos de ella. Sostienen que los beneficios de las pantallas en la educación temprana son limitados, mientras que el riesgo de adicción es alto. Afirman que todos productos están diseñados para que el usuario pase el mayor tiempo posible ante la pantalla.

El uso de pantallas atenta contra la conexión emocional entre padres e hijos y no permite el apropiado desarrollo de habilidades lingüísticas y sociales.

 

Fuentes:
https://news.un.org/es/story/2019/04/1454801
https://elpais.com/sociedad/2019/03/20/actualidad/1553105010_527764.html

 

 

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