Bebé
9 a 12 meses

Aprender a Caminar

Aprender a Caminar

Lucía gateaba por toda la casa. Se tomaba de los muebles y se paraba sola. Verónica, su mamá, la ayudaba a mantener el equilibrio, tomándola y dándole confianza. Un par de días antes de su primer cumpleaños, sucedió: Lucía comenzó a caminar por sus propios medios.

Aprender a Caminar

Aunque parezca “de libro”, la historia es real. Y así como esta simpática beba dio uno de los primeros pasos hacia la independencia, por lo general, al llegar al año la mayoría de los bebés caminan.

El niño de 12 meses cuenta entre sus capacidades motrices las siguientes, según enumera el doctor Richard Woolfson en su libro “Bebé genial”: 

  • Muestra los primeros signos de caminar solo.
  • Está más confiado al subir escaleras.
  • Controla mejor su cuerpo cuando se deja caer desde la posición erguida.
  • Gatea con eficacia sobre las manos y las rodillas.
  • Quizá camine cuando lo sujeten de la mano o cuando empuje un juguete con ruedas.

Un poco antes o un poco después, usualmente antes de los 15 meses los chicos ya caminan y hasta se agachan a recoger algún objeto del piso. Es muy importante para que esto suceda la actitud de los padres. Si los adultos son temerosos, probablemente el niño será temeroso. Si le dan confianza y lo incentivan, el bebé se sentirá capaz de afrontar el desafío de soltarse y caminar sin ayuda. Por eso es fundamental que el entorno que rodea al chico sea seguro, agradable, alegre y relajado, ya que la presión extrema puede resultar en frustración para el bebé si siente que no está cumpliendo con lo que le piden sus papás.

Es muy normal que en el proceso de aprender a caminar, los padres crean que si gatea es porque está haciendo un retroceso. Esto no es así, ya que ningún bebé deja del todo su forma anterior de moverse en cuanto empieza a andar. Al principio, instintivamente combina todos los movimientos que conoce, como el gateo o el tomarse de los objetos. Ayuda en estos casos cualquier tipo de juguete con ruedas que él pueda impulsar sin tener que hacer el esfuerzo todo el tiempo por mantener el equilibrio.

En general, lo más recomendable es que al comienzo el bebé camine sin zapatos. Esto tiene un motivo y es que de esta manera ejercita los músculos de los dedos y de los pies al máximo. Los zapatos no lo ayudarán a mantener el equilibrio. Y con los pies descalzos se le formará mejor el arco y le dará más fuerza a sus tobillos. La playa es un buen lugar para este momento, ya que caminar en la arena los hará trabajar más. No es que sea un entrenamiento de un deportista profesional: simplemente, sus músculos necesitan fortalecerse para la nueva tarea. Por esto también es muy importante mantener la dieta adecuada, ya que está consumiendo mayor cantidad de energía.

Por supuesto que para ciertas ocasiones el bebé necesita usar zapatos, ya sea por el frío o porque no está en su casa. Aunque siempre es recomendable la consulta con el médico, los requisitos generales que deben cumplir los zapatos para los “pequeños caminantes” son los siguientes: 

  • Suelas flexibles: el bebé necesita flexionar su pie. 
  • De corte bajo: los zapatos que le agarran el tobillo, tipo bota, no lo ayudan a caminar bien. 
  • Texturas porosas: el pie necesita, para estar saludable, respirar y ejercitarse. Cuero, tela o lona son los materiales más recomendados. 
  • Fondo planos, que no patinen y sin tacos: nunca se debe olvidar que el bebé está aprendiendo a mantener el equilibrio. 
  • Firmeza en el talón: la parte trasera del zapato debe ser firme, no débil.
  • De la talla adecuada: que sea exactamente la que el bebé calza. Se sugiere que se compren nuevos para cada niño (en la medida de lo posible), aunque pueda “heredarlos” de sus hermanos mayores, ya que cada uno tiene su forma personal de caminar, que suele quedar marcada en los zapatos.

Ayudar al bebé en esta nueva experiencia será muy reconfortante, aunque para ello los papás deben tratar de dejar de lados los temores y cambiarlos por alegría y confianza. Esperarlo a unos metros y darle un gran abrazo cuando llegue el bebé a alcanzarlos será una gran alegría para el niño. Y un gran orgullo para sus papás.

Nota supervisada por el Equipo Médico de Mamashelp

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