Niño
2 años

Aprender a comer sanamente

Aprender a comer sanamente

Los hábitos alimentarios se transmiten en el seno de la propia familia y dejan huella en la salud futura de una persona. Por eso es muy importante enseñar con el ejemplo.

Aprender a comer sanamente

A partir de los dos años, un chico está preparado para comer prácticamente lo mismo que el resto de los miembros de la familia. El desafío para la madre está en ir introduciendo nuevos platos de formas y presentaciones diferentes, para que el chico ejercite el gusto por una comida variada y sana.

La experiencia indica que, a medida que van creciendo, los chicos buscan satisfacer el deseo de sus padres probando nuevas frutas, verduras y cortes de carne diferentes. A su vez, empiezan a hacer un esfuerzo por portarse como “chicos grandes”, mejorando los modales al comer.

Una mamá sabe que experimentar con la comida es una verdadera batalla de ensayo y error. Ellos, que hoy adoran tal plato, mañana dirán que no tienen ganas o que nunca les ha gustado. Sin embargo, en ese tironeo constante, que a veces resulta desgastante, hay ciertas comidas que conviene evitar, ya sea por la posibilidad de que desaten alergias, malos hábitos, o problemas como el atragantamiento.

Para chicos de entre 2 y 3 años, estos son algunos de los alimentos que sería mejor evitar:

  • Maní. Si bien no es frecuente, el maní puede despertar fuertes alergias en niños pequeños. A eso se agrega el hecho de que la forma del maní, redondo y pequeño, puede causar atragantamiento. Es mejor evitarlo hasta que el niño sea más grande.
  • Salchichas en pan de pancho. Un niño pequeño puede atragantarse con un pedazo grande de salchicha, salvo que lo ingiera ya trozado.
  • Uvas entera.También puede ser un elemento que favorezca el atragantamiento, sobre todo por las semillas. Por eso, es mejor inclinarse por otras frutas durante esta etapa.
  • Alimentos demasiado duros. En lo posible es mejor evitar elementos duros como caramelos, nueces, pochoclo o chupetines demasiado grandes.

Comer en familia

Una de los hábitos más eficaces para que los papás tengan activa intervención en la dieta de sus hijos es comer en familia. Según un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard está comprobado que los chicos que comen con sus padres adquieren hábitos alimentarios más saludables que los que no practican esta costumbre.

Entre los datos más significativos obtenidos, los especialistas descubrieron que quienes adoptan la costumbre de la mesa familiar desde pequeños comen más vegetales y frutas (alrededor de cinco porciones diarias) e ingieren mayor cantidad de nutrientes como el calcio, las fibras, los fosfatos, el hierro y las vitaminas B y E.

Mariana, mamá de Emiliano (5 años) y de los mellizos Andrés y Camila, de 2 años y medio, cuenta su experiencia: “Mi marido y yo tenemos un negocio, y eso a veces complicaba que estuviéramos los dos para comer con los chicos. Un día el pediatra nos hizo tomar conciencia de que los hábitos alimentarios de los chicos no eran sanos, y que era bueno tener al menos una comida todos juntos. Ahora tratamos de cenar sí o sí los cinco. Creo que el hecho de ver que nosotros comemos variado, ayudó a ampliar sus dietas”, reflexiona Mariana.

Creando hábitos saludables

Algunos consejos para crear hábitos saludables:

  • Hay que comenzar el día haciendo que el desayuno sea un tiempo de comida no negociable, ya que proporciona la nutrición y la energía necesarias para el día.
  • Cocinar en la casa estimula la curiosidad y la motivación de probar alimentos nuevos.
  • En lo posible, hay que tratar de mantener hora y lugar donde se toman las comidas.
  • Para reforzar el equilibrio y la moderación, es positivo inculcarle desde chico a pensar en las frutas y verduras como una comida importante para el consumo diario.
  • Ofrecer colaciones regulares entre las comidas como frutas, yogurt, barras de cereales o vegetales, ya que son opciones saludables para enriquecer la dieta. Es importante aclarar que los bocadillos no tienen que sustituir una comida sino que funcionan como complemento.

El hábito de comer sanamente se incorpora de chico y en familia. Los padres son modelos directos en el proceso de aprendizaje, por eso es importante ilustrar con el ejemplo y transmitir costumbres que apunten a fortalecer la salud futura de los hijos.

Nota supervisada por el Equipo Médico de Mamashelp.

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